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Campamento Campesino por la Soberanía Alimentaria y la unidad de los pueblos

(Los Ríos) Del lunes 12 al 16 de marzo del 2018 en el Recinto Maculillo a orillas de la Micro-cuenca del mismo nombre, del cantón Mocache, provincia de los Ríos, sede de la Unidad Agroecológica y Política “Machete y Garabato”, se desarrolló el Campamento Campesino por la Soberanía Alimentaria y la Unidad de los Pueblos.

La Unidad Agroecológica y Política Machete y Garabato es una organización de hecho conformada por varios jóvenes militantes, estudiantes y graduados de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ), jóvenes dirigentes, hijos e hijas de dirigentes campesinos e integrantes del Centro Agrícola Cantonal de Quevedo (CACQ) y Moradores del recinto Maculillo. Esta confluencia de sectores surge a través del proceso de involucramiento con jóvenes que el CACQ ha venido realizando. Además de la motivación que inspira la escuela Agroecológica y Política Justina Quiñones creada por la Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas (UOCE).

El objetivo de este Campamento fue acercar a los habitantes que se encuentran alrededor de la microcuenca del Maculillo, también, generar espacios de capacitación, reflexión y aprendizajes en torno a la producción agroecológica, técnicas de producción que sean sostenibles, amigables con el medioambiente y respetuosa de las dinámicas socioculturales de la población. La Comunicación comunitaria, los Derechos Humanos, el Derecho a la Alimentación, los Derechos de la Naturaleza, inglés, el consumo de alimentos y su relación con los órganos del cuerpo, también fueron temas importantes en la discusión del campamento, y contó con el acompañamiento de FIAN Ecuador desde el Proyecto “Por el derecho a defender los derechos: mecanismos de exigibilidad y protección del derecho a una alimentación adecuada (DaA) en comunidades rurales de Ecuador y Colombia” , que cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea.

 

¿Qué son los sueños? Juntos a niños y niñas se realizó un diagnóstico comunitario sobre el ideal que tienen para el desarrollo de su localidad, y como ejemplo práctico del encuentro, se realizó una visita al Bosque Protector  Pedro Franco Dávila “Jauneche” para evidenciar la biodiversidad y los ecosistemas que existieron en el cantón Mocache y Palenque, y como se vio afectada por la introducción del monocultivo, y en Palenque se conoció el proceso histórico de lucha campesina en la época de la Revolución Liberal, liderada por  el Coronel Nicolás Infante Díaz (Finales del Siglo XIX inicios del silgo XX).

Los compromisos que dejó este campamento fue el promover un nuevo encuentro que involucre un intercambio entre jóvenes de la ciudad y del campo para el mes de octubre, La comunidad Maculillo asumió elaborar los lineamientos que permitan ir hacia la construcción de una propuesta de ordenanza Municipal, y así declarar como zona agroecológica las riveras de la microcuenca del Maculillo.

Qué dejó el campamento…

Como consecuencia del campamento la comunidad Maculillo está más empoderada y consciente de la importancia de fortalecer la Organización y además de considerar a Machete y Garabato como la instancia Organizativa que permitirá el vínculo con otras organizaciones de la región como Centro Agrícola Cantonal de Quevedo, la Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas, Tierra y Vida y el acercamiento fraterno con instituciones como Acción Ecológica,  el Instituto de Estudios Ecuatorianos, Observatorio del Cambio Rural, Universidad Técnica Estatal de Quevedo, Colectivo Agroecológico y FIAN Ecuador.

Por la construcción de la Soberanía Alimentaria, FIAN Ecuador.

Comunidades rurales de Ecuador y Colombia presentaron ante la Unión Europea propuestas para promover su derecho humano a la alimentación y nutrición adecuadas

El lunes 22 de enero de 2018 varias organizaciones rurales campesinas de Ecuador y Colombia presentaron, en la ciudad de Quito y Bogotá, propuestas e iniciativas para promover la defensa del Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuada y Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) en sus territorios, ante FIAN Colombia, FIAN Ecuador, FIAN Internacional y la Unión Europea

Estas iniciativas presentadas a través de proyectos tienen como objetivo asistir en la protección y defensa de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), en especial del Derecho a la Alimentación y Nutrición Adecuada, a través de su difusión, visibilidad y reconocimiento a nivel nacional e internacional, así como la promoción, el empoderamiento y la restitución de derechos de organizaciones rurales campesinas de Ecuador y Colombia.

En ese contexto, en Colombia participó la Asociación de Parceleros Desplazados del Corcovado (Apadecor) con su representante José Mendoza, Margaret Gutiérrez de la Comunidad El Hatillo,  Mayra Castillo y Rodrigo Díaz representantes juveniles del Consejo Comunitario Campesino Palenque Monte Oscuro y Claudia Ortiz, lideresa del Movimiento Social por la Defensa de los Ríos Sogamoso y Chucurí. Dichas organizaciones abordaron temáticas relacionadas con la defensa de la soberanía alimentaria,  seguridad alimentaria,  alimentación y nutrición escolar y el papel de los jóvenes en la utilización de herramientas en comunicación comunitaria para la exigibilidad de derechos.

Por otro lado, las organizaciones de Ecuador participantes fueron: la Corporación de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Flores (COCIF) a través de su presidente, Raúl Puma, Unión Tierra y Vida, a través de su dirigenta, Raquel Silva, la Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas (UOCE) por medio de Nancy Bedón y la Federación de Organizaciones Indígenas y Campesinas del Azuay (FOA) con la exposición de su presidente Arariwa Sigcha, quienes explicaron la importancia de fortalecer el papel de las mujeres y jóvenes como actores sociales, la necesidad del fortalecimiento organizativo de las comunidades, entre otros temas.

Dichos proyectos serán evaluados hasta el 12 de febrero de 2018 por un grupo de expertos en temáticas de Derechos Humanos y prácticas de comunicación comunitaria, así como los delegados de la Unión Europea, Secretariado Internacional FIAN Ecuador y FIAN Colombia. Los criterios de selección contemplan la elección de dos proyectos de comunidades en Colombia y tres proyectos  de comunidades rurales en Ecuador, la asignación de 20 mil euros para su ejecución y el tiempo de implementación de los mismos tendrán un plazo de ocho meses para su ejecución.

En el marco del proyecto “Por el derecho a defender los derechos: mecanismos de exigibilidad y protección del derecho a una alimentación adecuada (DaA) en comunidades rurales de Ecuador y Colombia”, que fue presentado por FIAN Ecuador, en calidad de coordinador; junto a FIAN Colombia y FIAN Internacional como co-solicitantes, se cumplió el primer componente del proyecto para el año 2017, es decir, las capacitaciones en torno al derecho humano a la alimentación, comunicación comunitaria y elaboración de proyectos para las 10 organizaciones participantes.

Finalizado el primer componente FIAN Ecuador, FIAN Colombia y el Secretariado Internacional y las organizaciones campesinas e indígenas participantes, dan inicio a la segunda fase del proyecto, que se centrará en la ejecución de los subproyectos ganadores de Ecuador y Colombia y que arrancará en el mes de marzo hasta el 31 de octubre del año de 2018.

más información:

Los derechos de los pueblos indígenas y el derecho a la alimentación

Esta cartilla analiza todo sobre los derechos de los pueblos indígenas y el derecho a la alimentación, entre otros:
  • Los derechos colectivos
  • El Convenio 169 de la OIT
  • Declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas
  • El Derecho de los pueblos indígenas a la alimentación
  • Derechos colectivos en la Constitución Ecuatoriana
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Mujeres Rurales y Tierra en el Ecuador

El marco jurídico internacional ofrece una protección considerable a la igualdad de derechos del hombre y la mujer respecto del disfrute de todos los derechos humanos, incluidos los relativos a la tierra, sin embargo esto no siempre sucede.

FIAN Ecuador interesado por la problemática de la lucha de las mujeres en el campo, junto al acceso desigual y  las relaciones económicas que dominan la vida social del campo, produce el siguiente texto en el marco de los proyectos: “Contribuyendo a la soberanía alimentaria desde el derecho a la alimentación”, cofinanciado por MISEREOR. “Mujeres indígenas y campesinas en la costa y sierra del Ecuador ejercen el derecho humano a la alimentación e inciden en políticas relativas a la soberanía alimentaria”, cofinanciado por FORUM SYD.

¡Es hora de cerrar las brechas de género en el campo!

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‘Mi Cacao Soberano’

En coherencia con los postulados de la soberanía alimentaria y los planes de desarrollo y ordenamiento territorial de varios GAD provinciales, las organizaciones: Cooperación para el Desarrollo de los Países Emergentes (COSPE), Mani Tese, Corporación para el Desarrollo de los Recursos Naturales (CEDERENA) y FIAN Ecuador, vienen ejecutando el proyecto “Cacao correcto: Fortalecimiento de la cadena productiva del cacao y del café para la soberanía alimentaria de Ecuador”, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Italiana al Desarollo.
 

El proyecto, con una duración de tres años, tiene como objetivo contribuir a la soberanía alimentaria en Ecuador con un enfoque participativo y equidad de género y, mediante procesos agroecológicos sostenibles y planificación territorial que mejoran la producción de cacao y café con certificación ecológica y de calidad.

Las secciones y grupos de FIAN en América Latina y el Caribe (México, Guatemala, Honduras, Ecuador, Colombia, Paraguay, Brasil y Haití) sobre la situación política en Honduras

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La Articulación de las secciones y grupos de FIAN en América Latina y el Caribe (México, Guatemala, Honduras, Ecuador, Colombia, Paraguay, Brasil y Haití) manifiesta su extrema preocupación por la situación política, social y de violación de derechos humanos en Honduras tras el proceso electoral.

Manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo y con los movimientos sociales de Honduras que denuncian el fraude contra el candidato Salvador Nasralla, de la "Alianza de Oposición contra la Dictadura".

Reconocemos que hubo un golpe de estado en Honduras en 2009, golpe que fue seguido por otros golpes en Paraguay (2012) y recientemente en Brasil (2016). Estos son movimientos de rupturas democráticas que abren puertas a políticas económicas que sólo benefician a poderosos sectores económicos y que, por ello, agravan el cuadro de violaciones de derechos en América Latina.

Reconocemos que el reciente proceso electoral en el país estuvo marcado por irregularidades. De hecho, la Misión de Observación Electoral de la UE (MOE-UE), que acompañó el proceso electoral en Honduras, ha constatado en varias declaraciones públicas, y en particular en su Declaración Preliminar, que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha mantenido una comunicación fluida con la ciudadanía durante el escrutinio, lo que constituye una ausencia de transparencia y contraviene los derechos de la ciudadanía.

Repudiamos los actos de violencia contra las manifestaciones de los movimientos populares y la ciudadanía en general, que se han pronunciado masivamente en contra de los resultados que ofrece un proceso electoral tan cuestionado por la actitud poco transparente del Tribunal Supremo Electoral y la negativa de esta instancia para aceptar las impugnaciones presentadas en tiempo y forma. Tenemos noticias de violaciones de derechos relacionadas a las protestas y reacciones contra el fraude electoral: 22 personas asesinadas, más de 250 detenidos por las protestas (ver: www.defensoresenlinea.com COFADEH), número indefinido de personas golpeadas o afectadas por gases lacrimógenos, 3 alcaldías incendiadas ubicadas en Siguatepeque Comayagua, Azacualpa y San Francisco de Ojuera en Santa Bárbara, y de graves amenazas de cierre a medios de comunicación que transmiten informaciones sin censura como son UNETV, y Radio Progreso, que su antena repetidora en Tegucigalpa fue misteriosamente derribada el pasado 10 de diciembre.

Esperamos que los demás Estados no reconozcan los fraudulentos resultados electorales y que exijan la revisión del proceso electoral de Honduras con observación de los órganos regionales e internacionales de derechos humanos.

Articulación de las secciones y grupos de FIAN en América Latina y el Caribe Finalmente, apoyamos las acciones de resistencia tanto en Honduras como en todos los países de América Latina. Seguimos vigilantes para que los hombres y las mujeres que luchan por la vida, la libertad, la democracia y los derechos humanos, mantengan la firmeza de su lucha por hacer prevalecer la dignidad humana.

18 de diciembre de 2017

Articulación de las secciones y grupos de FIAN en América Latina y el Caribe

Foto: Heriberto Paredes/Agencia Autónoma de Comunicación Subversiones

Tendencias en la estructura agraria, inequidad rural y derecho a la alimentación y nutrición en el Ecuador post-neoliberal

Es muy común notar que en diferentes escenarios, la tierra es considerada tan solo como una mercancía y como un elemento para producir alimentos que son consumidos de forma directa y, otros para producir materia prima para la industria en general. Sin embargo para muchas organizaciones campesinas, in-
dígenas, pueblos y nacionalidades, la tierra significa su cultura, su tejido social, su sustento económico y alimenticio. En sí, representa su vida misma.

En el Ecuador hemos visto avances importantes en materia legal. Cuando se desarrolló la Constitución ecuatoriana en el año 2008, movimientos sociales lideraron diferentes propuestas entre ellas, que se reconozcan nuevos derechos como: los derechos de la naturaleza, el derecho humano al agua y, la soberanía alimentaria como un objetivo estratégico del Estado. Sin duda, estos son logros que empujan al Estado

ecuatoriano a replantearse su modelo de desarrollo, considerando aquellos principios constitucionales. No obstante, al momento de concretizar estos principios a través de la construcción de leyes, notamos que sus contenidos están muy alejados de aquellos principios, provocando reacciones en diferentes organizaciones sociales.

Por ello, este documento sistematiza y genera un análisis amplio sobre la situación de la tenencia de la tierra en el Ecuador, partiendo desde datos oficiales existentes y los diferentes conflictos sociales que las poblaciones indígenas y campesinas se enfrentan por la presencia de la agroindustria, la minería y la explotación petrolera en sus territorios, causando fenómenos de concentración y, por otro lado, minifundización de la tierra, que vulneran los derechos reconocidos. Además, se presenta un análisis de la política pública como el Plan Tierras y la normativa jurídica como la Ley y Reglamento de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales y, el Manual de Procedimientos y Trámites Administrativos para el acceso a la tierra, mismos que muestran un retroceso en materia de Derechos Humanos, en especial del Derecho a la alimentación y la consecución de soberanía alimentaria. En este sentido, es importante el analiza que se realiza sobre los avances teóricos y jurídicos que se están desarrollando en esferas internacionales, que permitirían reivindicar y reconocer el derecho a la tierra y territorios como un derecho humano y en el cual el Estado ecuatoriano ha tenido un papel muy activo.

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Una crisis alimentaria mundial que nunca terminó

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La crisis de 2007/2008, por la que el número de personas que padecen hambre aumentó hasta los mil millones y puso en riesgo los derechos humanos de muchos otros, no llegó a terminar en ningún momento, según alerta el Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición de 2017.

Photo by Pablo Ernesto Piovano

Lanzado el 26 de septiembre en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el     Observatorio por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición conmemora su décimo aniversario haciendo balance de la última década, cuando la crisis alimentaria mundial alzó la cifra de hambre hasta su punto más elevado. Hoy día, a pesar de los avances, persisten muchos de los problemas que causaron la crisis en un primer lugar y que siguen afectando a millones.

El informe de este año “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición” (SOFI) anuncia que, tras un descenso continuado durante una década, el número de personas que padecen hambre en el mundo está de nuevo en crecimiento, con una cifra de 815 millones de personas en 2016, lo que representa un 11% de la población mundial. Aunque estos datos no muestran la imagen completa de la situación de inseguridad alimentaria, dan una pista sobre el camino hacia el que el mundo se dirige. La proliferación de los conflictos violentos, como en el caso de Yemen; y las catástrofes derivadas del cambio climático, como ha ocurrido en el Caribe y América, son en parte responsables de esta tendencia, pero, por encima de todo esto se encuentra el sistema económico dominante.

Bajo el título     “Vencer la crisis alimentaria mundial”, el tema del Observatorio ilustra con diez artículos y diez imágenes la actual crisis alimentaria en la que el mundo se encuentra atrapado. El Observatorio pone luz sobre los entresijos que se ocultan tras la crisis, desde el cambio climático hasta las abusivas leyes del comercio mundial, pasando por las megafusiones de la agroindustria, el papel de la mujer en la transformación del sistema alimentario y el derecho a la alimentación en situaciones de emergencia.

Cuando el desastre no es una sorpresa

El Observatorio recoge cómo la crisis, polifacética y multidimensional, “tuvo profundos efectos en las vidas y los medios de subsistencia de las personas, en sus relaciones con los alimentos, así como en la salud pública y el tejido social de las comunidades, efectos que persisten en la actualidad”. La crisis fue el resultado de la convergencia de complejos factores a largo y corto plazo, según analizan los autores. Para muchos, sobre todo para los movimientos de soberanía alimentaria, no llegó por sorpresa, siendo una inevitable consecuencia de los sistemas económicos y políticos dominantes que dan prioridad al beneficio económico frente al respeto del medioambiente y de los derechos humanos.

El Observatorio subraya que el sistema alimentario mundial homogeneizarte y hegemónico está dirigido por corporaciones transnacionales cada vez más concentradas, al mismo tiempo que reduce los alimentosa a meras mercancías comercializables. El espacio rural es el primer lugar en el que se materializa este conflicto, a menudo de un modo violento, mientras que en los contextos urbanos aumenta la incidencia y el predominio alarmante de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta. “Esta insostenibilidad se había puesto de manifiesto en la explotación sistemática de la mano de obra agrícola, la contaminación persistente de los recursos naturales, la concentración de poder y riqueza económicos que dejó a las y los productores de alimentos crónicamente endeudados, y los crecientes niveles de desigualdad en el acceso a los alimentos y los recursos productivos”, recoge el Observatorio.

Sacudir el sistema para salir de él

Entre sus recomendaciones para vencer la crisis, la publicación señala la necesidad de transformaciones sistemáticas y de pasar a un sistema de producción, distribución y modelos de consumo responsables, basados en la solidaridad y en la justicia social medioambiental y de género, así como la garantía de todos los derechos humanos. “Con miras a disponer de los medios para alimentarnos en el futuro, necesitamos urgentemente construir sistemas alimentarios locales y regionales resilientes y hacer frente a las concentraciones extremas de poder en los mercados nacionales e internacionales”, concluye.

Comentando sobre la publicación, Soledad García Muñoz, primera relatora especial sobre Derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), afirma: “Para entender la crisis es necesario hacer una lectura sincera e introspectiva del sistema alimentario imperante y del engranaje socio-político y económico que lo sustenta. Para superarla, hemos de lograr incidir en una mejor distribución del poder y la riqueza, creer que el cambio es posible, y que debemos reforzar los derechos humanos y los mecanismos que los promueven de buena fe. Al fin y al cabo, como señala el Observatorio, ellos son resultado de nuestras propias luchas por la justicia social y serán piedras angulares de vida para las generaciones futuras.”

Puedes acceder al Observatorio     aquí.

La tierra en la década ganada Conflictos en el control y uso del suelo para la transformación productiva vs la producción alimentaria en Ecuador

Nataly Torres, Paola Maldonado y Jonathan Báez

En Ecuador, los viejos problemas estructurales en el agro han determinado no solo que la pobreza absoluta y el hambre sea masiva en el campo[1], si no que ha sido uno de los factores que más ha propiciado el creciente éxodo rural; la proliferación de formas precarias de inserción laboral[2]; la creciente feminización del campo; y, la tendencia dominante del modelo agroindustrial y agroexportador[3].

En el año 2007, el proceso constituyente, impulsado por el gobierno de Rafael Correa, abrió una oportunidad para garantizar la demanda histórica del acceso a la tierra, el agua y otros recursos de las y los pequeños productores campesinos e indígenas, mediante la promoción de políticas redistributivas sustentadas en la soberanía alimentaria y la realización del derecho a la alimentación. Sin embargo, una década después, las tendencias históricas de inequidad y desigualdad en la distribución de la tierra se imponen al inicio del siglo XXI, mediante renovadas corrientes del modelo primario exportador ligado, principalmente, a la agroindustria. Esta realidad se conjuga con la adopción de nuevos marcos jurídicos: elaboración y modificación de las normas agrarias, reforma del Estado, promoción de políticas vinculadas a la transformación productiva y la apertura de la economía nacional a través de un tratado de libre comercio con la Unión Europea.

Desde la segunda mitad del siglo XX, los registros censales del Estado ecuatoriano evidencian la concentración de la tierra en cifras comparables a través del tiempo[4]. Por ejemplo, el coeficiente de Gini pasó de 0,86 en 1954 a 0,80 en el año 2000, según el último Censo Nacional Agropecuario (CNA) realizado en el país. Estas cifras parecen indicar que la disminución de la desigualdad transcurre a un ritmo muy lento, pero sobre todo, que las reformas agrarias aplicadas en los años 1964 y 1972 “no tuvieron un impacto importante en la distribución de la tierra”[5]. En el Ecuador contemporáneo, el coeficiente de Gini no se ha modificado respecto al del año 2000 y, más bien, este asciende a 0,81 en el año 2012, según datos de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC) de ese año. La curva de Lorenz[6] de la distribución de tierra muestra que la desigualdad en el acceso a este recurso no se ha modificado significativamente en los últimos 12 años.

[1] Según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2013-2014, en el área rural cerca del 59,9% de personas es considerada pobre, mientras que, en el área urbana la pobreza representa apenas el 24,3% del total (pobreza medida por necesidades básicas insatisfechas).

[2] Según el INEC, a diciembre de 2013, la tasa de subocupación en el área rural del país se ubicaba en 72%.

[3] MAGAP Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (2016). La política agropecuaria ecuatoriana: hacia el desarrollo territorial rural sostenible: 2015-2025. I Parte. Quito, Ecuador.

[4] Torres, N., M. Vera, F. Gachet y L. Boada (2016). Balance de la situación alimentaria y nutricional en Ecuador. Quito: FIAN Ecuador.

[5] Martínez, Luciano (2014). “La concentración de la tierra en el caso ecuatoriano: Impactos en el territorio” En La concentración de la tierra. Un problema prioritario en el Ecuador contemporáneo. Quito: FLACSO Ecuador.

[6] La curva de Lorenz es una representación gráfica utilizada frecuentemente para plasmar la distribución relativa de una variable en un dominio determinado. El dominio puede ser el conjunto de hogares o personas de una región o país, por ejemplo. En este caso, para mostrar la desigualdad en el acceso a la tierra se utilizó la información del Censo Nacional Agropecuario (CNA) para el año 2000 y la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC) para el año 2012.

(...)

Descargar: Análisis sobre la situación de la tenencia de la tierra en Ecuador

Francois Houtart: Panorama general de la Agricultura Campesina Familiar e Indígena en el Ecuador

Intervención de François Houtart. Taller "La Agricultura Familiar Campesina y el Derecho a la Alimentación y Nutrición Adecuada, una discusión para los GAD". Septiembre 2016.

En el marco del convenio firmado entre FIAN Ecuador y el IAEN para sensibilizar, a funcionarios públicos y organizaciones de la sociedad civil, sobre la Agricultura Familiar Campesina y el Derecho a la Alimentación.

Se afirma que la agricultura campesina es un desastre, pero hay que preguntarse ¿por qué? vemos que en el mundo entero hay esta perspectiva de un desarrollo económico con el sentido de construir una modernidad, que significa un progreso sin fin, sobre un planeta inagotable. Esa es la visión del desarrollo, lo que llamamos desarrollismo. Basada en la cultura occidental, que desde el siglo XV ha desarrollado este pensamiento, que la tierra pertenece a los seres humanos que tienen toda la posibilidad intelectual y tecnológica de dominar la tierra, y construir un mundo que sea moderno. En este sentido, la agricultura familiar debe desaparecer, porque es arcaica, y estamos llegando a un momento de contradicciones fundamentales. Porque estamos viendo que el progreso no es indefinido, que la realidad humana es dialéctica, es decir que hay momentos de progreso, después de crisis, y estamos viviendo una crisis fundamental del sistema capitalista mundial. Y por otra parte estamos llegando a la consciencia de que el planeta no es inagotable. Ya estamos al fin de muchos recursos y de muchas riquezas naturales. Tenemos algunos años más de oro, de plata o de zinc, y al fin de este siglo la mayoría de las riquezas naturales de la tierra que utilizamos para el desarrollo ya se van a agotar. Y en particular las fuentes de energía como el petróleo, el gas, el uranio. Tenemos 40 años de petróleo, 60 años de gas, tenemos 200 años de carbón, y si toda la energía del mundo era atómica, tendríamos para un año y medio el uranio. No estamos frente a un planeta inagotable. Y eso nos obliga a reflexionar, y a reflexionar en particular sobre la Agricultura Familiar Campesina (AFC).

Como he dicho, la AFC es marginalizada, poco productiva, pero ¿por qué? Y en todo el mundo vemos que la AFC:

  1. No tiene acceso a las mejores tierras.
  2. Tiene dificultades de acceso al agua.
  3. No tiene posibilidad o muy poco de crédito.
  4. Tiene dificultades de comercialización.
  5. Y en gran parte la AFC es una agricultura de autoconsumo.

Y así si podemos concluir de verdad que la AFC no es muy productiva, pero la razón fundamental no es por el hecho de que sea una agricultura de pequeña dimensión y/o familiar o indígena. Sino que las condiciones generales económicas, sociales y políticas, impiden a la AFC ser productiva.

Como lo he dicho, he trabajado mucho en Vietnam y he estudiado una comuna, después de la reforma agraria. La reforma agraria ha nacionalizado la tierra, la tierra pertenece al Estado. Y se organizó el trabajo colectivo, sin embargo en Vietnam, la reforma agraria tomó más de 20 años para realizarse, cada año había pequeños campesinos que retomaban su tierra. Y con su pequeña tierra de 1/2 ha o un ¼ ha empezaron a trabajar, pero los campesinos poco a poco se dieron cuenta que de esta manera su tierra no era productiva. Y que era mejor integrarse en el trabajo colectivo. Sin embargo en Vietnam la reforma agraria que nacionalizó la tierra permitió a cada familia campesina guardar un pequeño terreno alrededor de la casa, donde podían cultivar legumbres, tener pequeños animales, y también tener un tanque para pescados, y esta pequeña unidad familiar ha dado hasta el 40% - 50% del ingreso de cada familia campesina. El resto provenía del trabajo colectivo, más del arroz, que es la comida fundamental en toda Asia. Así poco a poco la reforma agraria ha creado las condiciones para una mejor productividad de los pequeños campesinos. El trabajo en el arroz era colectivo, tanto las semillas, como sembrar y recolectar el fruto del trabajo.

Al principio, antes de la reforma agraria la producción del arroz era de 1TON/ha, 25 años después de la reforma agraria, la cifra era de 9TON/ha. Y eso durante la guerra con los franceses y después con los  norteamericanos. En todo el norte de Vietnam no hubo ni un pequeño puente que no fue destruido. A pesar de eso, sin  mecanización, sin electricidad, sin productos químicos, la producción pasó de 1TON/ha., a 9TON/ha.

Lo que el Estado ha hecho fue mejorar el sistema de riego, porque el arroz necesita mucha agua, entonces el Estado construyó grandes canales para cubrir toda la región, y pidió a los campesinos de cada comunidad construir los pequeños canales que podían llegar hasta cada comuna. No fue fácil, y a veces hubo resistencia. Había como una leyenda del dragón, tradicional en China y en Vietnam, y una parte de ancianos campesinos dijeron que si se hace un canal, van a tener sangre, no agua, y eso se discutió en la comunidad. Finalmente se decidió que se construía el canal. Pero hubo una resistencia de tipo cultural.

Primero:

  • Construir la infraestructura necesaria para una mejor productividad.

Segundo:

  • Reorganizar el trabajo, dar más ventaja al principio a los campesinos que aceptaban trabajar colectivamente, frente al trabajo individual de los campesinos. Y eso permitió reorganizar el trabajo fundamental de la producción de arroz. Cada uno continuaba produciendo en su pequeño terreno, pero también trabajaban en el aspecto colectivo.

Tercero:

  • El Estado ayudaba en la comercialización. El fruto del trabajo colectivo, el arroz, era vendido al Estado. El Estado aseguraba un precio relativamente alto, de la producción de arroz que era pagado a los campesinos.

Toda esta reforma agraria ha permitido a este tipo de agricultura ser más productiva. Pero la reforma agraria no sólo es un problema de distribución de tierra o de reorganización de la tierra, se trató también de una organización social y cultural. Se reorganizó las unidades administrativas en comunas, aquí diríamos parroquias. Y la comuna que he estudiado era formada por 5 antiguos pueblos juntos. Esto he estudiado a finales de los años 70. Cada brigada de trabajo era construido sobre la base del antiguo gobierno (LANDS). Y así las antiguas organizaciones sociales tradicionales, de miles de años sirvieron de base a la nueva organización de la producción. Por lo tanto no había ruptura social.

En América Latina no se ha podido aprovechar la organización tradicional de los pueblos originarios para construir una nueva matriz productiva, pero no en el sentido oficial actual, sino en el otro sentido, de cómo construir una matriz productiva, sobre la base de la organización social tradicional.

En Vietnam también hubo una organización de las escuelas, especialmente en nivel secundario. También hubo una biblioteca. Y un registro de bases de datos de quién lee el libro, si es campesino o no, edad, etc. Para ver si la transformación cultural estaba asociada a la reforma agraria. La reforma agraria no sólo es distribuir tierras, como dice el Presidente (Rafael Correa), distribuir tierras en la situación actual, significa distribuir la pobreza.

Al mismo tiempo había diferentes grupos: campesinos, jóvenes, mujeres, que han tenido su organización, especialmente las mujeres muy activas en la comuna, y cuando he terminado el estudio, las mujeres estaban muy felices porque he podido demostrar que la reforma agraria en parte era construida sobre la sobre explotación de las mujeres. Porque las mujeres debían trabajar en el trabajo colectivo, pero también eran las mujeres que trabajaban en el pequeño huerto familiar, y finalmente las mujeres tenían todo el trabajo de la casa, y del cuidado de los niños. Entonces había un triple trabajo. Se ven todos los aspectos de una situación social, no sólo económica.

Todo lo anterior sirve para decir que la AFC es un desastre productivo en función de las condiciones económicas, sociales y culturales dentro de la cual se encuentra, y que una transformación de las condiciones económicas, sociales y culturales, con una voluntad política, permitiría a la AFC realmente ser productiva, y corresponder a las funciones de la agricultura. Podría dar muchos ejemplos similares, por ejemplo en Ecuador, unidades pequeñas de producción orgánica que son rentables. Últimamente fui invitado por un movimiento campesino en México, campesinos medios, pero que producen solamente de manera orgánica, pero tienen un éxito económico extraordinario. Ellos han hecho una organización de tipo nacional, y negocian con el gobierno, con el Banco Mundial, con cualquier organismo internacional, y tienen un éxito económico positivo. Evidentemente eso es importante, porque si salimos con la idea de que la agricultura campesina es una cosa arcaica que no entra dentro del modelo de modernización de la sociedad que así debe desaparecer justamente para tener una agricultura productiva, con monocultivos, cuantitativamente más productiva. Si se piensa así, con un prejuicio total, no vale la pena continuar, con una orientación de política económica totalmente contraria. Así, todo el trabajo que estamos tratando de hacer en el IAEN es justamente en función del Ecuador, ver cómo podemos fomentar la AFC, no como un retorno al pasado, no como un sueño romántico, sino como una solución de futuro y a cuáles condiciones ese es el fondo esencial del trabajo.

En este sentido FIAN ha orientado su trabajo a partir del derecho a la alimentación, que es un aspecto fundamental, que también está tratado en este libro del Manifiesto de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena en el Ecuador, es el resultado de una serie de seminarios, y un seminario final participativo de todos los sectores que se interesan en este tema, desde el gobierno, la asamblea, el MAGAP, organizaciones, academia y ONG’s. Y esto es el resultado de este trabajo, donde voy a explicar que hemos hecho propuestas a corto plazo, a medio plazo, y a largo plazo, de políticas que pudiera favorecer la AFC.

Según esta publicación hay tres funciones de la AFC:

  1. Nutrir a la población. Y como he dicho en el mundo, más del 60% de la nutrición está asegurada por la AFC. El 60% de la alimentación en el Ecuador viene de la AFC. Sin embargo no se trata solamente de un problema cuantitativo, sino cualitativo. Porque se puede producir de tal manera que toda la alimentación será de tipo Mc Donalds. No se trata de cantidad, sino de cualidad. Por eso hablamos de diversidad, del vínculo entre la alimentación y la cultura, pero para ciertos economistas esto no importa. Como lo he dicho he trabajado mucho en Sri Lanka. En el año 1996 hubo un decreto del Banco Mundial, diciendo que Sri Lanka debe abandonar el cultivo del arroz para transformar la agricultura de Sri Lanka en monocultivos de exportación. Porque dice el Banco Mundial que es más barato producir el arroz en Tailandia y en Vietnam que en Sri Lanka. Las condiciones geográficas de Sri Lanka, hace difícil que sea difícil producir el arroz en Sri Lanka, donde hay muchas montañas. En el mercado internacional los precios de la producción de arroz en Sri Lanka son más altos. Entonces el Banco Mundial solamente sobre el criterio productivo toma la decisión para que esto permita un desarrollo. Pero hace 3500 años que se produce el arroz en Sri Lanka, el arroz hace parte de la historia, de la poesía, de la literatura, de la alimentación, y suspender la producción de arroz en Sri Lanka hace parte de una destrucción social, basado en un solo elemento, la producción. Para hacer esto el Banco Mundial indicó el camino, primero, suprimir todos los órganos del Estado que regulan el precio del arroz, para asegurar que el precio sea bueno para los productores, y no demasiado alto para los consumidores. Liberalizar el mercado. Segundo, hacer pagar a los campesinos el riego. Para evitar que la gente que estaba en niveles más alto acaparen toda el agua había una regulación. Acabar con todo esto y que los campesinos paguen el riego, lo que no les permitía a los campesinos producir a precios competitivos con el arroz de Tailandia y de Vietnam. Y finalmente tener una reforma agraria para dar a los pequeños campesinos en derecho de propiedad sobre la tierra, porque la producción del arroz era una producción tradicional colectiva, las comunidades colectivas eran propietarios del terreno y se distribuía el trabajo según la posibilidad de cada familia, cada año. Ahora distribuir la tierra a los campesinos podría parecer como una cosa buena, pero la intención era muy diferente. Era de hacer a cada campesino propietario, capaz de vender su tierra a las corporaciones nacionales y extranjeras, para promover la agricultura de monocultivos. En esta situación, el gobierno de Sri Lanka, que era un gobierno de centro izquierda en este momento, rechazó el plan del Banco Mundial. Durante un año el Banco Mundial pagó todo crédito internacional al gobierno de Sri Lanka. El gobierno estaba agotado frente a esta decisión hegemónica en función de la lógica del capitalismo del Banco Mundial, luego hubo un cambio de gobierno, un gobierno neoliberal. En Sri Lanka hay más o menos un millón de pequeños campesino, el gobierno pensó, entonces vamos a tener un millón de personas que van a salir del campo como mano de obra barata para desarrollar la industria, y así vamos a entrar en un proceso de desarrollo industrial  Algunos hablaban de hacer de Sri Lanka el nuevo Singapur. Pero qué pasó, de hecho sí había un cierto desarrollo industrial en Sri Lanka, con las zonas francas, con las maquiladoras, donde estas zonas, a donde llega el capital extranjero y son exentos de impuestos para favorecer el empleo, pero de hecho para permitir una explotación terrible del trabajo. Eso se había hecho desde 40 años, pero en 40 años lo obreros y las obreras que trabajaban en estas zonas francas, empezaron a tener más fuerza, y han podido aumentar el salario, y una organización de seguro social un poco mejor. El resultado es que el precio de la mano de obra aumentó, y las empresas extranjeras que habían invertido en estas zonas francas de Sri Lanka, empezaban a salir a Vietnam y a China, donde la mano de obra era menos cara. Así el gobierno se encontró frente a una situación imposible, poner en el mercado de trabajo un millón de campesinos al momento que justamente el capital internacional se iba a del país para invertir en otros países con mano de obra más barata. Esta es la lógica del capital, explotación a todo costo para favorecer la acumulación del capital. Y así finalmente el gobierno y el Banco Mundial, han abandonado el proyecto, y todavía se produce arroz en Sri Lanka. Esa es la lógica del sistema, y que hemos conocido en todas partes del mundo de una manera u otra.

En Nicaragua había un médico que era poeta y hacía poesía sobre el maíz, y me acuerdo haber escuchado una poesía, en donde contaba que el maíz en América Central tiene 100 nombres diferentes. Qué riqueza cultural que es el maíz. Respetar la diversidad cualitativa. Qué es lo que hace Monsanto con las semillas, además de producir semillas que no pueden reproducirse. Reducen la certificación de semillas a dos o tres o cuatro de cada producto. Así en lugar de tener 100 especies de papas en los Andes, tendremos tres, el resto va a desaparecer. Desde un punto de vista de la economía no importa, pero qué perdida cultural, qué pérdida de la riqueza cultura. Cuando el pensamiento sólo se reduce solamente a la producción estamos reduciendo los seres humanos a ser solamente productores y consumidores. Es por eso que la AFC puede respetar mucho más la diversidad, es muy importante en este sentido.

Hay una diferencia entre la seguridad y la soberanía alimentaria.

Seguridad alimentaria: todo el mundo va a tener algo para comer, y eso se puede asegurar, por ejemplo con una sobre producción en Estados Unidos de trigo, arroz, maíz. Corea del Sur importa el 78% de su alimentación. Una dependencia total de los Estados Unidos, una dependencia no sólo agrícola, sino económica y política. Corea del Sur tuvo una reforma agraria de tipo capitalista para poder desarrollar el sector industrial. El gobierno dentro de esa lógica compró la tierra de los grandes terratenientes al precio del mercado, pero obligó a los grandes terratenientes a invertir en la industria. Después con todas estas tierras vendió a los pequeños campesinos, pero como ellos no tenían dinero para comprar estas tierras al precio del mercado, fueron obligados a endeudarse, el resultado es que 25 años después ahora, cada día a 3 o 4 campesinos que se suicidan porque no pueden pagar sus deudas. Sin hablar de la revuelta de los campesinos al momento de este tipo de reforma agraria que costó 200000 vidas.

Soberanía alimentaria: un país que produce lo esencial de la alimentación que necesita para su consumo. Ecuador más o menos ha podido asegurar una soberanía alimentaria, pero poco a poco está perdiéndola, con la nueva matriz productiva, totalmente contradictorio, porque promover los monocultivos significa de hecho aumentar la frontera agrícola, destruir bosques, y también destruir la AFC. Que de hecho significa que Ecuador va a tener que comprar más y más alimentación al exterior. Así nutrir a la población tienen aspectos cuantitativos, cualitativos y también políticos.

  1. Contribuir a la regeneración de la madre tierra: Estamos frente al problema que es la destrucción del ambiente, de la biodiversidad, del conjunto de los elementos biológicos, por la actividad humana. En la conferencia del París del año pasado (2015) se reconoció el impacto de la actividad humana sobre el cambio climático, y no solamente la actividad humana industrial, sino también de la agricultura, la ganadería en todo el mundo produce más gases de efecto invernadero que todo el transporte automóvil terrestre, marítimo y aéreo. Porque las vacas producen gas metano, 30 veces más negativo que el co2, así la promoción de la ganadería es una de los aspectos de la destrucción del equilibrio climático, y biológico en el mundo. La agricultura también está en cuestión, pero no sólo la ganadería, sino también la utilización de productos químicos. Así el desafío de la regeneración de la madre tierra. Si todos estamos consumiendo como los Estados Unidos, necesitaríamos 4 planetas. Si no hacemos esfuerzos importantes en política económica, en diferentes sectores, en la industria, el transporte y en la agricultura. La agricultura campesina es una parte de la respuesta, en especial la AFC, en especial la agricultura orgánica con la colaboración de la agroecología.
  2. Bienestar de los campesinos: comparación entre los dos modelos, entre la AFC y la agricultura industrial. Una ha de AFC utiliza 4 o 5 personas, y la agricultura de monocultivo utiliza 1 o ½ personas. La proletarización del campesino. O significa contratos entre las grandes empresas y los pequeños campesinos, lo cual significa riesgos para el pequeño campesino, y depende de manera total para los insumos y para la comercialización de la grande empresa. Y significa un problema enorme de migración hacia las grandes ciudades o de migración transnacional.

Para terminar yo pienso que las tres funciones de la agricultura tiene una respuesta más positiva la AFC que la agricultura de monocultivo. Finalmente el Banco Mundial y la FAO han llegado a la conclusión que la AFC es más productiva a largo plazo, porque es menos destructiva con el ambiente y de la tierra. Es por eso que me parece muy importante tener en la consciencia de que no es una cosa de regreso al pasado, sino una cosa de construcción del futuro, y que en este sentido los organismos oficiales tienen un papel muy importante para repensar la orientación de la política general y para ver cómo se puede favorecer la AFC. Y hemos calculado que para 27 propuestas concretas a corto plazo, eso no costaría mucho más que el dinero que el MAGAP no ha podido gastar el año pasado, y que así, no es una cosa imposible, aún en un momento de crisis económica.

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