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Cartilla DHANA. Un aprendizaje colectivo para conocer y defender la alimentación en el Ecuador

El alimento es esencial para la vida misma, por ello la relevancia del Derecho humano a la alimentación y la nutrición adecuada en adelante DHANA. Actualmente muchas organizaciones y personas desconocen que la alimentación es un derecho humano; y por lo tanto ignoran su significado y la importancia de ejercer este derecho que es reconocido a nivel internacional en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y además en el Ecuador a  través de la Constitución del 2008 y la firma de tratados internacionales.

Esta cartilla pretende, de una manera didáctica, llevarnos a comprender ¿Cómo está la situación actual del hambre en América Latina y Ecuador? ¿Qué es el Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuada? ¿Por qué es importante? ¿Cómo se relaciona con la Soberanía Alimentaria? ¿Cómo podemos ejercer este derecho? ¿Con qué mecanismos de defensa contamos tanto a nivel nacional como internacionales? Busca difundir estos conceptos básicos a través de procesos de sensibilización, capacitación y formación tanto a organizaciones de base como a funcionarios públicos y la población en general interesada en conocer y ser activista en la defensa de su derecho humano a la alimentación y la nutrición adecuada. La defensa de este derecho tiene relevancia puesto que, a pesar de todos los progresos en la lucha contra el hambre, en el mundo todavía una de cada nueve personas está subalimentada; es decir no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa[1].

Este documento se divide en cinco apartados abordados así: En la primera parte se describe brevemente las razones estructurales de la crisis del sistema agroalimentario en el mundo, analizamos la situación actual del hambre en América Latina y nos detenemos a profundizar el caso de Ecuador, a través de datos y descripciones se visibiliza la realidad sobre la desnutrición y sobrealimentación, a las cuales nos referimos como contradicciones alimentarias. La segunda parte la dedicamos a comprender en el marco de los DDHH y los DESCA  el significado del DHANA. Se vincula los elementos esenciales de este derecho con los artículos de la Constitución del Ecuador que los promueven. En un tercer apartado se relaciona al derecho a la alimentación con la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria para dejar en claro su interrelación y también sus diferencias. En la cuarta parte se explica qué entendemos por una violación al DHANA y los pasos para poder documentarla, logrando así fortalecer nuestras demandas. Finalmente, en el quinto aparatado, se explica cuáles son las herramientas a nivel nacional e internacional que debería utilizar una organización que se enfrenta a la violación de su DHANA.

La información que se presenta en este documento es para todos y todas quienes demandan sus derechos por acceder a la tierra, al agua, a las semillas para alimentarse; a las familias campesinas y pueblos indígenas que históricamente han defendido y gestionado su territorio asegurando los alimentos no sólo para sí mismas sino también para las personas de las ciudades; para defensores y defensoras  que actualmente están amenazadas por el despojo de su tierra, la criminalización de la protesta social, la contaminación de sus territorios y la desaparición de su cultura; a las personas de la ciudad que demandan por los derechos laborales y mantener un sueldo digno que les permita alimentar a sus familias; a la academia quienes le apuesta  a la defensa de este derecho a través de la investigación y documentación; a quienes desde el sector público impulsan y ponen en práctica las responsabilidades del Estado de respetar, proteger y garantizar el ejercicio de este derecho humano; porque la defensa del derecho a la alimentación es una lucha conjunta por la vida misma.

Descargar publicación

[1] FAO, 2015. “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo”.

Cartilla: El derecho a alimentarse de la igualdad

El siguiente número de la serie “30 años apoyando la lucha por el derecho a la alimentación y nutrición” profundiza en cómo la terrible discriminación a la que se enfrentan las mujeres en las zonas rurales y urbanas está llevándolas a encontrarse entre los grupos sociales que más sufren el hambre en el mundo y en el impacto que ello supone sobre los sistemas de alimentación.

A pesar de disponer de todos los derechos humanos internacionalmente reconocidos y de producir el 50% de la alimentación mundial, las mujeres sufren la discriminación en todas las facetas de su vida y son quienes más sufren el hambre y la malnutrición. Al mismo tiempo que sufren de un desigual acceso a la educación, salud, trabajo y oportunidades económicas, así como a la tierra y a los recursos naturales en las áreas rurales, su derecho a la alimentación y a la nutrición está lejos de cumplirse y su rol como productoras de alimentos no está reconocido y está infravalorado.

El aumento general de la expropiación de los bienes comunes ha afectado significativamente a la interacción de las mujeres con los pocos recursos productivos sobre los que habían ganado acceso y control; como es el caso de las semillas, el agua y la tierra. En los entornos hostiles, esta situación va acompañada de ataques sexuales y otras formas de violencia de género perpetrada por las autoridades públicas y/o por agentes de seguridad privada.

¿Cómo deberían el estado y las leyes combatir la discriminación hacia las mujeres y pasar a la acción? ¿Son acaso los roles que se han asignado tradicionalmente a mujeres y hombres los que están impidiendo que se acceda a sistemas alimentarios sostenibles y de género?

Lee     Mujeres: El Derecho a una alimentación igualitaria

De la retórica a la práctica: fortalecimiento de cadena productiva de cacao y café para la SOBAL de Ecuador

En coherencia con los postulados de la soberanía alimentaria y los planes de desarrollo y ordenamiento territorial de varios GAD provinciales, las organizaciones: Cooperación para el Desarrollo de los Países Emergentes (COSPE), Mani Tese, Corporación para el Desarrollo de los Recursos Naturales (CEDERENA) y FIAN Ecuador, vienen ejecutando el proyecto “Cacao correcto: Fortalecimiento de la cadena productiva del cacao y del café para la soberanía alimentaria de Ecuador”, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Italiana al Desarollo.

El proyecto, con una duración de tres años, tiene como objetivo contribuir a la soberanía alimentaria en Ecuador con un enfoque participativo y equidad de género y, mediante procesos agroecológicos sostenibles y planificación territorial que mejoran la producción de cacao y café con certificación ecológica y de calidad.

Cosecha de cacao, provincia de Los Ríos

Foto: Mani Tese

Entre los beneficiarios del proyecto constan familias de pequeños productores de cacao y café pertenecientes a 10 asociaciones (4 cacao y 6 café). En varios de cantones se concentra la producción de cacao fino ecuatoriano (conocido como de aroma) producido en sistemas agroforestal, mientras que la extremidad occidental de la cordillera de los Andes, en las provincias de Imbabura y Carchi, se cultiva café arábigo de altura con calidad exportable.

En el marco de este proyecto, en el mes de octubre una delegación de Cospe, Mani Tese, FIAN Ecuador, junto con funcionarios de la Prefectura del Carchi, visitaron varias iniciativas productivas de asociaciones agrícolas en la provincia del Carchi, mientras que, en la provincia de los Ríos se visitó a la Asociación de Producción Agrícola Cacao Nacional Centro del País (ASOPROAGRIPAIS).

Visita a la finca de ASOPROAGRIPAIS

Foto: Mani Tese (Provincia de Los Ríos)

Mientras tanto, el pasado 7 de diciembre de 2016, en la comunidad Gualchan, perteneciente a la parroquia El Goaltal (Provincia del Carchi), se desarrolló el taller “Cadena de producción del café, Derecho a la Alimentación y Soberanía Alimentaria” con la facilitación de la Prefectura del Carchi, FIAN Ecuador y Mani Tese y, la participación de dirigentes de 5 organizaciones que conforman el Directorio de Productores de Café del Carchi. Entre los resultados del encuentro consta: iniciar con un proceso de fortalecimiento de las organizaciones mediante la conformación de un consorcio de productores de café; conformar comités de fortalecimiento organizativo, producción, cosecha y post-cosecha, industria y comercialización. Además se avanzó en la capacitación sobre costos de producción e inversiones por parte de funcionarios de la Prefectura del Carchi e introducción a los conceptos de derecho a la alimentación y soberanía alimentaria por parte de FIAN Ecuador.

Taller, provincia del Carchi

Foto: FIAN Ecuador

Este tipo de iniciativas contribuyen en el mejoramiento de la cadena agro-alimentaria de las familias de pequeños productores, en el sentido de que se consolidan los procesos de producción y transformación a través de la capacitación de los productores y la provisión de insumos e infraestructura como: semillas seleccionadas, construcción de viveros, mejoramiento de espacios de almacenamiento, infraestructura para la fermentación del cacao, el secado de cacao y café, y la transformación del café. Por otra parte, la distribución y comercialización siempre resulta un problema para los pequeños productores, por lo que, resulta importante la asociatividad y diálogo permanente con los gobiernos locales en cuanto a la planificación y ordenamiento territorial participativo y, la búsqueda y creación de mercados para estos productos que permitan a las familias mejorar su ingresos, sin descuidar la sensibilización sobre temas relacionados con la alimentación y nutrición adecuada.

Distribución equitativa de tierras- Una promesa incumplida en Ecuador

Escrito por Almudena Abascal, Responsable para América Latina de FIAN Alemania

En octubre de 2016 una delegación internacional de FIAN, formada por el Secretariado Internacional y las secciones de Ecuador, Colombia, Suecia y Alemania, se desplazó a Ecuador para observar y documentar la situación de derechos humanos, especialmente del derecho a una alimentación adecuada, de las familias miembros de ASOMAC (Asociación de Montubios Autónomos de Colimes).

Debido a la alta conflictividad de tierras en la costa ecuatoriana, FIAN Alemania aprovechó su estancia en la región para visitar otras Haciendas de la zona y documentar la situación en la que se encuentran otras asociaciones campesinas afectadas por el Plan Tierras. Tras este viaje, FIAN Alemania constató las amenazas a la soberanía alimentaria y a los derechos a una vivienda digna y a la educación, resultado de unas políticas que premian a los intereses económicos por encima de los derechos de los y las campesinas.

El Plan Tierras como esperanza para la distribución equitativa de tierras

En octubre de 2009 el Gobierno ecuatoriano lanzó el Plan Tierras, cuyo objetivo era la distribución de 2,5 millones de hectáreas de tierra entre asociaciones campesinas a lo largo de 4 años, cumpliendo así la promesa de una distribución equitativa. Siete años más tarde, ese objetivo no sólo no se ha cumplido, sino que la desigualdad ha aumentado, especialmente en la región costera, donde se registra un mayor índice de concentración de tierras. La misión internacional de investigación a Ecuador reveló que, a través de sus políticas, el Estado ecuatoriano contribuye al aumento de conflictos de tierras.

Una política agraria fallida: El caso ASOMAC

Un ejemplo de dicha conflictividad lo representa el caso de la Asociación de Montubios Autónomos de Colimes (ASOMAC), acompañado por FIAN Ecuador. En el año 2004, los trabajadores y habitantes de la Hacienda “La Leopoldina” solicitaron la adquisición por parte del Estado de dicho terreno para asegurar su futuro en la hacienda y evitar que fuera adquirida por traficantes de tierras. Con este objetivo las 120 familias que en ella habitaban constituyeron la asociación ASOMAC.

En abril de 2009, el Ministerio de Agricultura (MAGAP) reconoció a ASOMAC la garantía posesión de las 475 hectáreas que legalmente venían ocupando y en octubre de ese mismo año decidieron llevar a cabo el lanzamiento del Plan Tierras en la propia hacienda “La Leopoldina”. Sin embargo, la promesa del Estado se vio rápidamente incumplida al admitir las solicitudes de otras dos asociaciones campesinas, La Lagartera y Primero de Junio, creadas expresamente para acceder y beneficiarse del Plan Tierras y por consiguiente incumpliendo los requisitos exigidos por el propio Plan. De manera fraudulenta, el MAGAP, decidió dividir La Leopoldina en tres partes, otorgando sólo 325 hectáreas de las 475 garantizadas a ASOMAC, y el resto a La Lagartera y Primero de Junio. Las 150 hectáreas otorgadas a La Lagartera eran los terrenos en los que vivían 44 familias de ASOMAC que precisamente lindaban con el río y a través de los cuales, con ayuda de un sistema de riego construido por las y los campesinos montubios proveía de agua al resto de tierras de la asociación.

En el año 2012, ASOMAC, acompañada y asesorada por la Unión Tierra y Vida, de la que son miembros, interpuso una demanda ante el Tribunal Administrativo de Guayaquil, quien, en marzo de este año les dio la razón al calificar de ilegal la decisión del MAGAP de entregar esas 150 hectáreas a La Lagartera. Sin embargo esta decisión fue recurrida por el Ministerio y está en la actualidad pendiente de sentencia firme del Tribunal Supremo en Quito.

A pesar de estar todavía el caso en manos de la Justicia, el 11 de diciembre de 2015 las 44 familias montubias que habitaban y cultivaban las 150 hectáreas concedidas a La Lagartera fueron desalojadas de manera violenta y sin notificación previa, por unos efectivos formados no sólo por 150 policías sino por un número aún mayor de civiles, entre los que se encontraban algunos miembros de La Lagartera, portando además camisetas verdes, del partido del Gobierno. Durante el desalojo las casas de las familias montubias fueron destrozadas, así como toda su maquinaria y sistemas de agricultura y riego, echándose completamente a perder toda la cosecha que estaban preparando. De la noche a la mañana, las 44 familias con sus hijos se vieron sin casas y sin tierras, con los consiguientes efectos físicos y psicológicos, de los que aún no se ha recuperado. Estas familias encontraron acogida en sus compañeros de ASOMAC, quienes los alojaron en sus casas y más adelante cedieron parte de sus tierras para que sus vecinos desalojados pudieran empezar de nuevo sus vidas. Con el desalojo no perdieron 44 familias sino las 120 que forman ASOMAC.

Un año después del desalojo violento, su situación continúa siendo preocupante, especialmente por la falta de acceso a agua, del que están privados desde que parte de sus tierras a orillas del río así como sus sistemas de riego les fueran arrebatados. Sin agua no es posible cultivar la tierra para obtener alimentos para el consumo propio y la venta, de la que se obtenían ingresos extra. Esta situación ha hecho que los campesinos y campesinas de ASOMAC se encuentren altamente endeudados: sin acceso a agua no pueden cultivar la tierra, por lo que no pueden obtener productos para vender y conseguir ingresos para pagar las tierras que les adjudicó el Plan Tierras. Al no tener ingresos tampoco pueden invertir en maquinaria o mejoras para poder cultivar la tierra. En la actualidad se encuentran en un círculo vicioso, en el que les ha colocado una decisión ilegal del MAGAP y del que es imposible salir.

“Las Mercedes” y “Los Ángeles”

Acompañada por FIAN Ecuador y Tierra y Vida, FIAN Alemania tuvo la oportunidad de visitar Las Mercedes y Los Ángeles, dos haciendas de la provincia del Guayas, cuyas asociaciones campesinas también se ven afectadas por los conflictos creados por las políticas agrarias.

En las más de 2.000 hectáreas de la hacienda “Las Mercedes” viven y cultivan la tierras desde hace varios años nueve asociaciones campesinas y ganaderas. A pesar de que el Estado les ha reconocido sus garantías posesorias, aún ninguna tiene el título de propiedad prometido. Sin un título de propiedad no pueden adquirir créditos bancarios que les permitan invertir en maquinaria para el cultivo de sus tierras o el desarrollo del ganado.

Todas las asociaciones visitadas se enfrentan a numerosos retos. Las familias de la asociación de ganaderos “Félix Mora León” viven con 10 dólares semanales, cantidad que no es suficiente para garantizar unos estándares mínimos de vida. A esto hay que añadir un nuevo problema: el ganado que el Estado les ha vendido y que proviene de Paraguay, no ha logrado adaptarse a Ecuador y en los últimos meses han muerto cientos de reses. Ante esta situación ningún representante del Estado ha respondido a las llamadas de los ganaderos ni ha llevado a cabo ninguna medida para investigar lo que ha ocurrido, ni tampoco para ofrecer un remedio.

Las asociaciones “La Fe del Campesino” y “Licenciado Brito Mendoza” también tienen dificultades para cultivar sus tierras debido a la falta de acceso a agua. Junto a las amenazas a su derecho a la alimentación, también está en peligro el derecho a la educación de los niños y niñas, ya que la escuela se encuentra lejos y las familias no disponen de recursos suficientes para los billetes de autobús.

En la hacienda “Los Ángeles”, la situación de las asociaciones “Ni un paso atrás” y “Unidos Venceremos” es similar. Además de la inseguridad habitual creada por el Plan Tierras ya descrita los campesinos y las campesinas no disponen de recursos suficientes para pagar el precio que el Estado les reclama por las tierras adjudicadas. La única alternativa que les queda a los miembros de estas asociaciones es la pesca en el río Babahoyo, que, aunque insuficiente, les ayuda a alimentarse y en ocasiones a obtener algunos ingresos extra con la venta del pescado.

Un modelo de desarrollo que sólo beneficia a los grandes productores

Estos son sólo algunos ejemplos de un modelo de desarrollo que choca frontalmente con el modelo del „Buen Vivir“ promovido en la Constitución de 2008. Tras observar la situación de diversas asociaciones campesinas de la costa ecuatoriana, FIAN Alemania concluye que las políticas agrarias del Estado sólo benefician a los grandes productores en sacrificio de las pequeñas y pequeños agricultores  además de promover y aumentar la conflictividad de la tierra. Junto al “Plan Tierras”, el Gobierno ha adoptado y promovido varias normas que lo único que hacen es empeorar la situación. Así, la Ley de Recursos Hídricos, ha limitado los derechos de los pueblos indígenas y de las y los campesinos al conceder la administración del agua exclusivamente al Estado y ya no a las comunidades tradicionales. La Ley Orgánica de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales, favorece exclusivamente a los grandes exportadores como la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos. Finalmente la Ley de Semillas, de próxima adopción y que responde a las exigencias del Acuerdo Comercial con la UE, prohíbe y criminaliza la utilización e intercambio de semillas tradicionales, práctica habitual y centenaria entre las comunidades. Las grandes firmas como Bayer y Monsanto serán las grandes beneficiarias de esta ley.

Es preciso señalar, que los casos visitados por FIAN Alemania, a los que estará dando visibilidad a nivel internacional, muestran varias amenazan al derecho a una alimentación adecuada y otros derechos económicos, sociales y culturales, que a meritan soluciones con un enfoque holístico. El Estado ecuatoriano debe dar una solución urgente al problema de acceso a agua, que de forma literal está ahogando a las y los campesinos, inmersos en una espiral de deudas de la que sin agua, no pueden salir. Asimismo, el Estado debe implementar definitivamente y de forma correcta el Plan Tierras, asegurando que en Ecuador existe una distribución real de tierras entre aquellos que más lo necesitan. Por su parte FIAN Alemania recuerda a la UE y todos sus Estados miembros su compromiso de hacer prevalecer los derechos humanos por encima de los intereses comerciales, responsabilidad que en la práctica muy habitualmente se les olvida y que conlleva consecuencias muy graves para las y los campesinos, en este caso, de Ecuador.

*FIAN Alemania cuenta con un grupo de trabajo para Ecuador que se ocupará de dar seguimiento a los casos descritos en este artículo.

Día Internacional de los Derechos Humanos-Conflictos de tierra y desalojos en Ecuador

Comunicado de Prensa desde FIAN Alemania

Colonia (Alemania)- Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos el 10 de diciembre, FIAN Alemania quiere recordar la preocupante situación de derechos humanos en Ecuador provocada por los conflictos de tierras motivados por las políticas del Estado.

Hace un año, el 11 de diciembre de 2015, 44 familias de ASOMAC (Asociación de Montubios Autónomos de Colimes), en Colimes provincia de Guayas, fueron desalojadas de las tierras que venían ocupando legal y pacíficamente desde hace más de una década y cuya garantía posesoria fue reconocida por el Estado. El desalojo se produjo con violencia y sin orden previa, lo que además constituye un hecho ilegal.

La situación de los afectados ha ido empeorando a lo largo de este año, en especial su situación alimentaria, toda vez que con el desalojo no sólo perdieron sus tierras y sus casas sino también el acceso a agua. Como consecuencia de ello la comunidad ya no puede cultivar las pocas tierras que les quedaron por lo que el hambre y las deudas aumentan cada día que pasa. Para Almudena Abascal, Responsable para América Latina de FIAN Alemania “esta situación representa una vulneración de los derechos humanos. Sin acceso a agua es imposible sacar adelante cultivos que permitan una alimentación adecuada y la venta para la obtención de ingresos.Desde  FIAN Alemania instamos al Estado ecuatoriano a que garantice a los campesinos y campesinas de ASOMAC el acceso al agua y otros recursos como la tierra y las semillas”.

El desaojo se produjo entre las 8:30 y las 9 de la mañana del 11 de diciembre, con la participación de más de 150 policías y civiles que arrasaron con las casas y los cultivos así como con la maquinaria y los sistemas de riego que aseguraban que el agua llegara a todos los terrenos de la Asociación. La expulsión de ASOMAC de parte de sus tierras se decidió en 2011, cuando el Estado adjudicó 150 hectáreas en las que estaban asentados legalmente los montubios a otra asociación creada expresamente para aprovecharse del Plan Tierras. Esta decisión fue considerada ilegal por el Tribunal de los Contenciosos Administrativo de Guayaquil en marzo de 2016, sin embargo esta sentencia fue recurrida por el Ministerio de Agricultura y ahora la decisión final está en manos del Tribunal Supremo, que deberá determinar si finalmente la tierras serán devueltas a los montubios.

FIAN Alemania participó en octubre pasado en una misión de investigación internacional para documentar la situación de derechos humanos, en especial del derecho a una alimentación adecuada, de las familias integrantes de ASOMAC tras el desalojo de sus tierras. Tras la misión se constató que las vulneraciones al derecho a una alimentación adecuada y otros derechos humanos son la consecuencia de unas políticas estatales que priman los intereses económicos sobre los derechos de los campesinos y campesinas. FIAN Alemania hace un llamamiento al Estado ecuatoriano para que ponga fin cuanto antes a la situación de extrema necesidad que están viviendo los campesinos y campesinas de ASOMAC y que como medida previa les garantice de manera inmediata el acceso a agua para que mejore su situación alimentaria. Igualmente instamos al Gobierno ecuatoriano a que implemente de forma correcta el Plan Tierras cumpliendo su promesa de garantizar el acceso a la tierras a los pequeños y pequeñas campesinas del Ecuador.

Publicado el 8 de diciembre de 2016.

Elaboración: FIAN Alemania (Ver versión original)

Desde FIAN Ecuador decimos: Ni una Menos – Vivas nos queremos

FIAN Ecuador nos unimos a la campaña “Ni una menos – Vivas nos queremos” organizada por movimientos de mujeres de Ecuador, Latinoamérica y el mundo que se pronuncian contra toda forma de violencia y discriminación hacia las mujeres. Además, recordamos el 25 de noviembre como el día de alzar nuestras voces y exigir a la sociedad que se nos respeten nuestros derechos en el campo y la ciudad.

La violencia y discriminación a la soberanía de nuestros cuerpos también afecta a la soberanía alimentaria de nuestros territorios. Ejemplo de ello es la subordinación que han tenido que soportar las mujeres rurales en el acceso a los recursos naturales, especialmente la tierra, el agua, las semillas, los páramos, el manglar, entre otros.

Como mujeres nos sumamos a las palabras de la VIA CAMPESINA[1]:

“la Soberanía Alimentaria es nuestra propuesta política desde la cual construimos relaciones sociales basadas en la igualdad substantiva. Necesitamos abolir cualquier tipo de discriminación basado en etnias, orientación sexual, género, edad y discapacidades, entre otras. El enfoque feminista de la soberanía alimentaria contribuye a la transformación de la realidad, con base en criterios de emancipación y justicia social, y nos permite colocar la perspectiva de las mujeres como protagonistas de la mejora de su situación para poder contribuir a la transformación de las relaciones de poder inequitativas.

En este sentido es pertinente señalar que, de acuerdo a los datos emitidos por la FAO, el 82% de las mujeres agrícolas no remuneradas vive en hogares cuyos ingresos provienen exclusivamente de la actividad agrícola, considerando que la jornada laboral de las mujeres no remuneradas es más larga que la de las trabajadoras por cuenta propia.[2]

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre relaciones familiares y violencia de género, se reconoce que la violencia contra las mujeres varía de acuerdo a los grupos étnico-culturales y al tipo de agresión. Así se encuentra que la violencia física es notoriamente mayor entre las mujeres indígenas (52,2%) y afrodescendientes (47,3%). Cuando se trata de violencia psicológica la población de mujeres más afectadas son las afrodescendientes (67,1%), seguidas por las indígenas (62,9%). En el caso de la violencia sexual también es más elevada la incidencia entre las mujeres afrodescendientes (31,2%), ésta vez seguidas tanto por las indígenas como por las mestizas (24.2), mientras que la menor incidencia corresponde a las mujeres montubias (20%).[3]

A estos tipos de violencia, se suma la violencia patrimonial. El control sobre las tierras la mantienen los hombres, menos del 20% de quienes poseen tierras son mujeres. Además tienen acceso limitado a insumos, semillas, créditos, tecnología, agua, entre otros recursos. En este sentido se puedo concluir que las mujeres rurales son más vulnerables y más marginadas por la falta de políticas públicas y normativas que les garanticen, protejan y respeten sus derechos humanos.[4]

Es importante que todas las mujeres del campo y la ciudad nos unamos a defender nuestras vidas desde nuestras realidades locales, y desde nuestro sentir como personas.

Como FIAN Ecuador nos unimos a la marcha convocada por las mujeres, para el día 26 de noviembre, y juntamos esfuerzos a la campaña “Ni Una Menos – Vivas Nos Queremos” desde el repensar de las mujeres rurales campesinas, desde la soberanía de los cuerpos de las mujeres y desde el derecho humano a la alimentación y nutrición adecuada.

Por la vida de las mujeres decidimos:

El agua nuestra vida
El páramo nuestra vida
La tierra nuestra vida
El territorio nuestra vida
La semilla nuestra vida
El manglar nuestra vida

#NiUnaMenos

#VivasNosQueremos

FIAN Ecuador, 20 de noviembre de 2016.

Las Semillas en Manos de los Pueblos 2016

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El Observatorio del derecho a la alimentación y a la nutrición 2016, presentado en la sede central de la FAO, advierte que las semillas y la biodiversidad se encuentran amenazadas por el incremento de la captura corporativa y la desidia de los estados.

La reconocida publicación, en la que se recogen las opiniones de diversas organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, y figuras del mundo académico, expone cómo las empresas pretenden privatizar, monopolizar y controlar las semillas, patentando y mercantilizando esta fuente de vida en detrimento de los derechos humanos y del mantenimiento de la biodiversidad. A pesar de alimentar al mundo y de ofrecer resiliencia frente a los desastres naturales, los sistemas de semillas campesinas se encuentran en peligro.

Partiendo de un enfoque basado en los derechos humanos, Sofía Monsalve, secretaria general de FIAN Internacional, subraya que las variedades de semillas y las razas ganaderas no son mercancías que el mundo campesino deba comprar o vender, y tampoco son resultado de la invención científica. "Como recoge el Observatorio, el acceso de las personas del mundo rural a las semillas y las variedades ganaderas no debería formularse como el mero acceso a 'mercancías o productos genéticos' producidos por la industria y la ciencia, sino partiendo de la relación cambiante y colectiva que se establece con la naturaleza en los diversos territorios. Esto significa que los sistemas campesinos, al sustentar la biodiversidad ecológica, deberían ser reconocidos, protegidos y promovidos por los estados. Debe detenerse la criminalización actualmente en auge dirigida contra las personas que defienden el patrimonio común", destacó Monsalve.

El Observatorio del derecho a la alimentación y a la nutrición 2016, titulado “Las Semillas en manos de los Pueblos”, resalta:

  • Los sistemas de semillas campesinos, encargados de alimentar a la mayoría de la población durante siglos, se encuentran amenazados por la imposición de derechos y patentes de propiedad intelectual. Los derechos de los campesinos a la hora de conservar, utilizar, intercambiar y vender semillas han sido ignorados por los estados para favorecer el avance de la agenda corporativa. Las corporaciones transnacionales de las semillas y los agroquímicos buscan privatizar, monopolizar y controlar esta fuente de vida en detrimento de los derechos humanos y del mantenimiento de la biodiversidad. Las últimas tendencias, ejemplificadas en la reciente serie de enormes fusiones empresariales: Bayer - Monsanto, Dow Chemicals - Du Pont, y Syngenta - ChemChina, indican que las corporaciones pretenden acaparar un control más estricto sobre los recursos genéticos para obtener así incluso mayores beneficios.
  • Las corporaciones, a menudo contando con el apoyo de los estados, están impulsando procesos de destrucción medioambiental, cambio climático y pérdida de biodiversidad, generando violencia, conflictos, desalojos y desplazamientos. El régimen alimentario impuesto por las corporaciones está conduciendo a la desintegración de la agricultura y de las explotaciones pesqueras a pequeña escala como medios de subsistencia sostenibles, y a la destrucción de experiencias de gestión colectiva de las semillas, la tierra y los recursos naturales como patrimonio común.
  • El acceso y el control sobre las semillas y los recursos naturales están directamente relacionados con el aumento de la criminalización y el número de asesinatos sufridos por personas que defienden los derechos humanos. Solo en 2015, más de tres personas fueron asesinadas cada semana por defender sus tierras, bosques y ríos de los ataques de las empresas contaminantes y destructivas. Como la criminalización sufrida por las personas que defienden los derechos humanos se asocia cada vez más con las luchas ecologistas, las diferencias entre las luchas ecologista y por los derechos humanos se están difuminando gradualmente.

En sus recomendaciones, el Observatorio acentúa que:

  • Los Estados deben multiplicar sus esfuerzos para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos, adoptando unas políticas y legislaciones más fuertes que reconozcan y protejan los derechos de los campesinos a conservar, utilizar, intercambiar y vender las semillas, derechos recogidos en el Tratado de Semillas de la FAO y actualmente debatidos en las negociaciones por una Declaración de la ONU sobre Derechos de los Campesinos y de otras Personas que trabajan en las Zonas Rurales. También necesitamos reconsiderar los contornos del derecho a la alimentación y la nutrición para mejor integrar los futuros desafíos en lo relacionado con el control y el acceso a los recursos naturales.
  • Es necesario establecer unos “sistemas de alerta” coordinados que puedan prestar apoyo a las víctimas y activistas que están siendo acosados, criminalizados y encarcelados por defender el patrimonio de todos. El alarmante número de asesinatos y actos de violencia sufridos por las personas que defienden los derechos humanos demuestra que las legislaciones y mecanismos actuales establecidos en los niveles nacional e internacional son tremendamente insuficientes.
  • Como indicaba la edición del año pasado de “La nutrición no es un negocio, es necesario que los Estados eviten que las corporaciones puedan influenciar en los procesos internacionales (por ejemplo, en los ODS) o capturar los espacios de creación de las políticas públicas. El propósito de los derechos humanos está siendo desvirtuado por aquellas posturas que defienden la privatización y la mercantilización de los recursos.

Puede descargar el Observatorio: AQUí

FIAN Ecuador presenta la situación del DHANA en Ecuador para el Exámen Periódico Universal

Ecuador para el Exámen Periódico Universal

Boletín de Prensa 10 de octubre de 2016

Hoy, a través de una rueda de prensa varias organizaciones de la sociedad civil, presentaron sus informes sobre la situación de los derecho humanos en el Ecuador , para el Exámen Períodico Universal.

FIAN Ecuador presentó la temática que concierne al derecho humano a la alimentación y nutrición adecuada (DHANA), recalcando la recomendación del estado de Azerbaijan al Ecuador (EPU 2012), que pide promover medidas para la reducción de la pobreza, la inseguridad alimentaria y la falta de acceso al agua; recomendaciones aceptadas por el Estado ecuatoriano[1]. Sin embargo, se puede observar de acuerdo a la encuesta de Condiciones de Vida 2013-2014 que el 23,9% de la población menor de 5 años sufre de desnutrición crónica de la cual el 31,9% se encuentra en la zona rural del país[2].

FIAN Ecuador considera que una de las mayores causas de violaciones del DHANA en el país es la falta de acceso a la tierra y el control sobre la misma, causada por políticas públicas que dan la prevalencia a las grandes empresas transnacionales o grupos de poder. Como consecuencia de dichas políticas, comunidades campesinas e indígenas suelen ser víctimas de desalojos forzados, continuamente llevados a cabo con el apoyo de la fuerza pública. Esta situación genera frecuentes violaciones del DHANA y el derecho a la vivienda, fundamentales para el ejercicio del derecho a un nivel adecuado de vida de las comunidades rurales marginadas. Tal es el caso de los desplazamientos forzados que han sufrido comunidades campesinas e indígenas de sus territorios como son los casos de ASOMAC y CASCOMI, siendo el territorio recurso fundamental para el pleno goce y ejercicio del DHANA

Demostrando así la falta de voluntad, por parte del agentes estatales, de garantizar el derecho a la alimentación y vivienda de sectores históricamente oprimidos.

FIAN presenta a manera de recomendación:

Adoptar tan pronto como sea posible todas las medidas necesarias para aplicar las Directrices Voluntarias sobre la Gobernanza Responsable de la Tenencia de la Tierra, La Pesca y los Bosques para el manejo de los conflictos de tierras y territorios dentro del país.

Descarga el informe completo AQUI.


[1] UN Doc. A/HRC/21/4. Párr. 135.46 y 135.51

[2] INEC. Encuesta de Condición de Vida 2014.

Revista de Economía no. 107. Debates actuales sobre la cuestión agraria y las economías rurales en América Latina

ECONOMÍAS RURALES EN AMÉRICA LATINA

A propósito de nuestra colaboración con el Instituto de Investigaciones y Postgrado ISIP, invitamos a revisar la publicación No. 107 de la Revista de Economía, de la Facultad de Ciencias Económicas (Universidad Central del Ecuador), que comparte una serie de estudios relacionados con las sociedades rurales desde diversas perspectivas y disciplinas científicas, que dan cuenta de viejas y nuevas determinaciones sociales, económicas, geográficas, ambientales, políticas, de género y raciales que configuran los territorios rurales, así como sus respectivas articulaciones con la economía global.

Las contribuciones que aparecen en este volumen giran principalmente en torno a tres bloques temáticos: i) conflictos territoriales producidos por la expansión de los sistemas agroindustriales, de las actividades extractivas y los cambios provocados por la presencia de cultivos usados para fines ilícitos; ii) movimientos sociales, proyectos políticos y disputas por los recursos productivos y las subjetividades de los trabajadores rurales; y iii) transformaciones territoriales, procesos migratorios y trabajo asalariado.

Descarga Revista en PDF

El enfoque de las políticas de tierras y territorios en Ecuador: análisis del “plan de fomento del acceso a tierras” caso ASOMAC

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Compartimos la Ponencia presentada por FIAN Ecuador y la Asociación Montubia Agrícola de Colimes - ASOMAC en la CONFERENCIA INTERNACIONAL: “TIERRA Y TERRITORIO EN LAS AMÉRICAS: ACAPARAMIENTOS, RESISTENCIAS Y ALTERNATIVAS”, realizada en la Universidad Externado de Colombia, Bogotá, entre el 23 al 26 de Agosto de 2016.

Para revisar la ponencia ver el siguiente link:

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