"Este problema a desnudado la pobreza de quienes vivimos en las peores condiciones, nosotras las comunidades rurales más afectadas no tenemos ayuda, no tenenmos nada" Nancy Bedón
(Boletín de Prensa) "Siempre somos los más afectados y los menos atendidos" estas palabras salieron del corazón de la Compañera Martha Arboleda, mujer de 70 años, quien nos recibió en su refugio de plástico y caña, construido en medio de la cancha de la parroquia del Cabo de San Francisco, rodeada de 15 nietos, hijos e hijas nos contaron los daños causados por el terremoto del sábado 16 de abril.
136 casas caídas en las comunidades campesinas de Esmeraldas, Galera, Galerita, Estero de Platano, Quingue, Unión Manabita, Caimito, San Francisco, Santa Martha, Guadurnal, La colorada, Contreras, el Zapote, el Gallo, Partidero de Agua clara y Guariche; 15 comunidades rurales del cantón Muisne que aún no han sido atendidas. Son 2500 personas que han sido afectadas directamente.
La situación de niños, ancianos y mujeres es desesperante en las comunidades citadas pues duermen en los filos de la carretera, en canchas y escuelas que no prestan ninguna seguridad, en campamentos improvisados de plásticos y caña, siendo presa de mosquitos y de la lluvia. Están sin luz, sin agua y sin el apoyo del estado.
“Necesitamos que nos ayuden, nosotros también somos ecuatorianos, es verdad que no tenemos muertos, pero estamos sin nuestras casitas con los niños en la calle……”son las palabras de la compañera Brenda Bautista de 22 años, quien pudo salir a tiempo antes de que su casa se viniera sobre ella con sus dos hijas pequeñas.
En la comunidad Guadurnal, todos sus habitantes están durmiendo al filo de la carretera y en la pequeña escuela de la comunidad que también esta cuarteada, los niños corren peligro por enfermedades.
En medio de la desesperación la compañera Careli Camacho, de 4 días de haber dado a luz a su hijo, se lanzó de su casa de caña al barro, perdiendo a su bebe recién nacido. Sigue en la comunidad con complicaciones de salud, no podemos sacarla, necesitamos apoyo psicológico.
La sede de la UOCE, donde 40 jóvenes se capacitan en temas de agroecología, esta cuarteada no queda alternativa hay que derrocarla.
El miedo, la tristeza, la falta de alimentos y el abandono de las autoridades preocupa a UOCE, pues sabemos que la caída de las casas será agravada por temas de epidemias que afectaran aún más la situación de las familias campesinas de las zonas rurales del cantón Muisne.
La UOCE pide la solidaridad de los pueblos hermanos del país, para auxiliar y prevenir de alguna manera mayores desastres en nuestras comunidades.
Solicitamos raciones de comida, agua, carpas, velas, insumos de primeros de auxilio, toldos, repelente y sabanas.
Solo el pueblo unido, solidario, siendo un solo puño, podremos superar estos momentos de tristeza.
Gonzalo Guzmán
Presidente de UOCE