Al momento de escribir este estudio, según información oficial, Ecuador experimenta la peor sequía de los últimos 61 años. Situación que provoca cortes de energía eléctrica de más de 12 horas al día en todo el país, suspensión del servicio de agua potable en varias ciudades, altas temperaturas y una serie de incendios forestales de gran magnitud. Además, la sequía también ha afectado al sector agroalimentario provocando pérdida de cosechas, escasez y aumento en los precios de los alimentos que limita el acceso a la comida para los sectores populares.
En su sabiduría, las familias campesinas que enfrentan no solo las condiciones de inequidad y desigualdad estructurales sino los efectos del cambio climático, reconocen que la sequía coincide con los 60 años de entrada en vigencia de la primera ley de reforma agraria en Ecuador (1964), momento en que el sector agropecuario se integró a un modelo de producción de alimentos rentista, depredador del medio ambiente y explotador de la fuerza de trabajo.
En la visión campesina, la sequía no se percibe como un fenómeno aislado o pasajero, sino como consecuencia directa del modelo de producción de alimentos que depreda la naturaleza, agota los bienes comunes y afecta gravemente la vida de las comunidades rurales. Esta sequía es el síntoma de un sector agroproductivo en crisis, que colapsa las economías agrícolas a pequeña escala y pone en riesgo el suministro de alimentos.
En este contexto, los equipos de investigación del Observatorio del Cambio Rural (OCARU-IEE) y FIAN Ecuador hemos unido esfuerzos para realizar un estudio sobre los problemas del sistema agroalimentario. A través del análisis sobre los efectos de los eventos climáticos, el modelo agroproductivo, la inflación en los precios de los alimentos, las políticas públicas, el presupuesto estatal, las necesidades estructurales de las familias campesinas y sus problemas relacionados con el hambre. El estudio busca responder si en Ecuador se está configurando un potencial escenario de crisis agroalimentaria por condenar al campesinado al hambre.
Este informe titulado ¿Por qué quienes nos alimentan padecen hambre? El avance silencioso de una crisis agroalimentaria en Ecuador, parte de tres consideraciones fundamentales. Primero, se enfoca en los problemas de hambre que enfrenta el sector rural y enfatiza en las condiciones de las familias campesinas. Segundo, desde una perspectiva metodológica, utiliza las cuatro variables para monitorear el cumplimento del Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuada (disponibilidad, sostenibilidad, accesibilidad y adecuabilidad). Tercero, la investigación adopta un enfoque crítico de los estudios sobre la cuestión agraria.
El trabajo se compone de seis capítulos: el primero aborda el contexto de la crisis agroalimentaria, explica la propuesta metodológica y de- sarrolla la noción de crisis que atraviesa este trabajo. En el segundo capítulo, se realiza un análisis sobre la disponibilidad de alimentos que revela las bases estructurales del sector agroproductivo. El tercer capítulo presenta reflexiones acerca de la sostenibilidad en la producción agrícola de alimentos, mostrando cómo los cultivos se ven afectados por eventos climáticos y los impactos de las industrias extractivas. En el cuarto capítulo, se exponen elementos que limitan el acceso a los alimentos, como: pobreza y empleo. El quinto capítulo se dedica a la adecuabilidad, poniendo énfasis en la niñez rural. Finalmente, el sexto capítulo contiene propuestas alternativas para reducir los riesgos de una posible crisis agroalimentaria.