Santa Elena, provincia de la costa del Ecuador, es un territorio de gran riqueza histórica y cultural. Conocida por su exquisita gastronomía, ofrece una variedad de platos que reflejan la abundancia de recursos marinos y agrícolas de la región.
Más allá de su oferta culinaria, Santa Elena es cuna de algunas de las primeras civilizaciones de Latinoamérica. Entre ellas, la cultura Valdivia, que se destacó por desarrollar avanzadas técnicas agrícolas y por ser un centro de diversidad del maíz, cultivo que hasta hoy es símbolo de soberanía alimentaria en la región. Además, desde hace siglos, la provincia ha sido hogar de la cultura Wankavilka, que continúa presente en la actualidad. Los Wankavilka fueron conocidos por su habilidad en la navegación y el comercio marítimo, estableciendo rutas comerciales a lo largo de la costa del Pacífico. Su legado cultural se mantiene vivo en las tradiciones, costumbres y en la identidad de los habitantes locales.
Sin embargo, a pesar de su rica herencia, Santa Elena enfrenta desafíos significativos en la actualidad. La falta de acceso al agua potable, la expansión de monocultivos, el despojo de sus territorios ancestrales y el irrespeto a los derechos colectivos de las comunidades indígenas y campesinas han tenido un impacto negativo en la región. Estas problemáticas han contribuido a que Santa Elena se ubique entre las tres provincias con mayor Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en el Ecuador.
Frente a esta situación, el pueblo Wankavilka, en conjunto con FIAN Ecuador y la Defensoría del Pueblo del Ecuador, decidió iniciar un ciclo de formación sobre el Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuada como parte de una transición agroecológica en su territorio. Estas capacitaciones se desarrollan en el marco del proyecto “Mecanismos de exigibilidad y acciones prácticas para la defensa del Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuada (DHANA) y la Soberanía Alimentaria (SOBAL), en familias campesinas, afro e indígenas de las provincias de Chimborazo, Esmeraldas y Santa Elena - Sobre La Mesa” que cuenta con el financiamiento del Fondo Ítalo Ecuatoriano para el Desarrollo Sostenible – FIEDS.
Cerca de 25 representantes de cuatro comunidades, que forman parte de dos parroquias (Manglar Alto y Chanduy) pertenecientes al pueblo Wankavilka, participaron en estas jornadas organizadas durante los primeros días de agosto de 2024.
Para quienes participan en el proceso de formación, la situación actual requiere atención urgente y acciones concretas por parte de las autoridades y la sociedad en general. De acuerdo con Melecio Santos, "Se han realizado muchos estudios que han comprobado la desnutrición infantil, y resulta importante fortalecer nuestros conocimientos sobre el derecho a la alimentación, porque ahora entendemos el papel del Estado en garantizar una alimentación y nutrición adecuada".
Es fundamental promover políticas que garanticen el acceso equitativo a los bienes comunes, respeten los derechos de las comunidades y fomenten un desarrollo sostenible que honre el legado histórico de la provincia. "Hemos aprendido a valorar la naturaleza, ya que nuestra provincia es un bosque seco tropical. Allí se han vulnerado los derechos colectivos y de la naturaleza; necesitamos ir a sembrar y apoyar a nuestros vecinos y vecinas para que cultiven de una manera sana", señaló Mercedes Freire, dirigente del pueblo Wankavilka.
Con esta iniciativa, las comunidades de Santa Elena buscan no solo enfrentar los desafíos actuales, sino también revitalizar su legado ancestral y reafirmar su compromiso con la soberanía alimentaria. A través de la transición agroecológica y la educación sobre derechos humanos, esperan garantizar un futuro más saludable y sustentable para las próximas generaciones.