Redes y organizaciones en América y Europa lanzan un comunicado condenando el asesinato de la defensora de derechos humanos hondureña Berta Cáceres.
Berta Cáceres, lideresa indígena Lenca y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fue asesinada ayer en su residencia en La Esperanza, Intibucá, Honduras. Expresando su más sentido pésame y solidaridad a sus más allegados, la sociedad civil insta a las autoridades hondureñas a invertir todos los recursos necesarios para investigar, procesar penalmente, castigar a los responsables y tomar las debidas medidas de reparación, incluyendo la dignificación pública de la memoria de Berta. La comunidad internacional debe asimismo “adoptar todas las medidas necesarias para asegurar que el Estado hondureño cumpla con sus obligaciones de derechos humanos.”
Berta Cáceres vivió defendiendo los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas, los pueblos garífunas y los campesinos. Era reconocida a nivel nacional e internacional como defensora de los Derechos Humanos, particularmente de los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas. Recibió en 2015 el Premio Goldman por su lucha en defensa del territorio, los bienes naturales y la Madre Tierra.
En los últimos años, Berta fue víctima de acoso, persecución, intimidación, estigmatización y criminalización tanto por actores estatales como no-estatales, debido a su actividad defendiendo los derechos humanos en un contexto donde las comunidades indígenas se oponen a explotaciones hidroeléctricas y extractivas impuestas en sus territorios sin su consentimiento libre, previo e informado.
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